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Os compartimos comunicado sobre CLORITO DE SODIO Y ELA. Fuente: Fundación Luzón.

Se ha generado mucha controversia sobre los posibles efectos del «Clorito de sodio» desde que la Comisión Europea aprobó en 2013 este compuesto como medicamento huérfano con arreglo al Reglamento (CE) n° 141/2000 del Parlamento Europeo y del Consejo: El medicamento “Clorito de sodio” queda declarado como medicamento huérfano para la siguiente indicación: Tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica. Dicho medicamento está inscrito en el registro comunitario de medicamentos huérfanos con el número EU/3/13/1139 solicitado por Shore Limited.

Esta declaración no implica una autorización de comercialización, sino de investigación. Y, en este caso, como tratamiento para la ELA. Lo cual resulta un tanto extraño ya que el uso de este producto como tratamiento para la ELA se popularizó más entre afectados que entre los investigadores, y con resultados nada buenos. Sin embargo, la empresa patrocinadora del producto (la británica Shore Limited, recientemente sustituida por la alemana FGK Representative Services GmbH) presentó un estudio preliminar para obtener la declaración. A este respecto, Alfredo Corell, profesor titular de Inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid acuñó que se hicieron al menos 2 ensayos, uno en fase 1 y uno en fase 2 en ELA. Aunque el ensayo en fase 1 era prometedor, en el ensayo en fase 2 no se alcanzaron los indicadores primarios ni secundarios de efectividad. Fue muy decepcionante y la empresa que lo promovía parece que ha abandonado esta línea de investigación.

¿Qué son el MMS, el dióxido de cloro y el clorito de sodio?

La Solución Mineral Milagrosa (MMS) es una mezcla de dos compuestos: el clorito sódico y ácido cítrico. La primera es un sólido granuloso blanquecino, mientras que el segundo es un ácido débil muy presente en ciertos alimentos, como el zumo de limón.

Asimismo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) señala que el MMS puede conocerse con otros nombres como solución maestra, suplemento mineral milagroso y solución de purificación de agua (WPS, por sus siglas en inglés).

Efectos.

Hasta la fecha no se ha publicado ninguna investigación que confirme que este producto sirva para curar ninguna enfermedad. La Dra. Sonia de Pascual-Teresa, científica titular del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos del CSIC respondió para EL PAIS: Esta es una moda que viene desde hace unos pocos años y que vende el dióxido de cloro como cura para el cáncer, el autismo, el sida y ahora la covid-19… pero no tiene ninguna base científica. No hay una sola publicación que corrobore que se trata de un compuesto activo para estas enfermedades ni para ninguna otra. El dióxido de cloro es el producto que se utiliza para la potabilización de agua, es decir, se usa como antimicrobiano también para la desinfección de superficies en la industria alimentaria y en industrias potabilizadoras. Está autorizado en todo el mundo con ese propósito a unos niveles máximos de 0,8 ppm y con esas cantidades no es tóxico. Pero lo más importante es que no hay evidencias de que sirva para algo que no sea desinfectar. No es lejía porque la lejía es hipoclorito sódico, aunque los mecanismos de acción a la hora de la desinfección son similares en ambos productos.”

Si se superan los límites permitidos, estos compuestos atacan a toda materia orgánica que se encuentran en su recorrido a través del esófago y estómago. Podrán entonces atacar bacterias y otros patógenos que se encuentren ahí, incluidos todos aquellos microorganismos que necesitamos, pues su función es necesaria. Pero atacarán también las mucosas, principalmente proteínas, que protegen las paredes de los órganos, y continuarán hacia las células. Esto, en definitiva, se traduce en problemas como náuseas, vómitos y fallo celular, hasta disminución en el recuento de glóbulos rojos que no se muestra al momento de su aplicación, sino al cabo de nueve meses.

Nosotros desde la Fundación Luzón consideramos que el clorito de sodio no es un medicamento contra la ELA ya que, como hemos mencionado anteriormente, hasta la fecha no hay ningún estudio que confirme que este producto sirva para curar ninguna enfermedad y por el contrario, sí que puede producir graves efectos secundarios.